Silverio y yo hemos pisado la misma patria, como ese concepto vacío en los límites de la atmósfera, altazores del tiempo y espacio, caleidoscopios que se comunican, donde un sol que también puede ser de utilería interconecta esos paralelismos de los sesentas, ochentas o nuestros presentes. ¿Dónde comienza y acaba nuestro pueblo, ciudad, casa u hogar, realmente " nos pertenece" o solo es un formalismo mediático-político-sistémico-económico? Ciudad de México será una convivencia y conveniencia entre sus más de 500 años con sus Gastarbooks, OTZOS y guacales para apartar espacios donde estacionar el auto, mientras vamos a calentar el consumo y un fascismo que hoy por hoy es invisible. Cuando se me acusa al igual que a Iñárritu; de " malinchista, soberbia, presumida, fanfarrona, desagradecida, hipócrita, vanal o ególatra " solo por ser protagonista en algunas de mis narraciones, cuando lo que se intenta es mostrar esa " universalidad borgeana " donde los ...