Cuencos que no son tibetanos

 Dicen que el sonido no es tal

que hacen falta oídos 

quién escuchará 

es de madrugada

los cuencos duermen

quién abrirá su puerta 

para escucharme o echar el corazón a mi asador 

la nada no es de color blanco

aquí no hay monjes pacientes

solo arte sin fondo ni forma

en dónde estará la resonancia 

cuando la madrugada se prolonga 

hasta el infinito 


Elizabeth Ocampo Salgado.


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